A manera de Editorial:
Pikilustrado no es un espacio donde nos gusten las mediatintas.
Somos enemigos del "rollo" sin ideas y de las formalidades que esconden tremebundos chanchullos.
Aquí no le perdonamos la vida a nadie.
Ni a los amigos.
Creemos, en tal sentido, que mal haríamos con hacer lo de cierta prensa ya conocida siempre partidaria del sol que alumbra (y esto es literal): Medrar de la crisis.
Luego de tres días de paro indefinido (?) es todavía prematuro adelantar desenlaces.
Lo cierto es que el primer error que encontramos es común a los actores implicados: Absolutamente todos dijeron verdades a medias.
La escasa transparencia informativa de las autoridades, de un lado, y la irresponsabilidad argumental de los opositores, del otro, han sido moneda corriente de estos días.
Al margen de los heridos por el impacto de piedras y bombas lacrimógenas, y el lamentable daño a la propiedad privada por una horda de vándalos que no creemos fueron dirigidos por el Comité de Lucha (les concedemos el beneficio de la duda), la mayor contusión recibida fue la credibilidad del pueblo abanquino (en honor a la verdad, Sr. Zuloaga, el paro fue esencialmente provincial). ¿Mentiras verdaderas, o la verdad de las mentiras?
La responsabilidad de unos y otros es evidente. La ficción es buena para hacer literatura o cine. Un mal signo cuando se quiere hacer política, o por lo menos otro tipo de política. Porque diciendo las cosas claras, el paro fue político, se levantó el tema de la distribución del presupuesto regional que per se es político. Pero nadie dijo la verdad. Todos retacearon los temas centrales. Hasta la propia plataforma de lucha decía algo hoy día (que se respete el presupuesto participativo 2010), pero más tarde se pedía la cabeza de Salazar. De otro lado las autoridades y sus voceros practicaron, lamentablemente, la política del avestruz.
Creemos, en tal sentido, que mal haríamos con hacer lo de cierta prensa ya conocida siempre partidaria del sol que alumbra (y esto es literal): Medrar de la crisis.
Luego de tres días de paro indefinido (?) es todavía prematuro adelantar desenlaces.
Lo cierto es que el primer error que encontramos es común a los actores implicados: Absolutamente todos dijeron verdades a medias.
La escasa transparencia informativa de las autoridades, de un lado, y la irresponsabilidad argumental de los opositores, del otro, han sido moneda corriente de estos días.
Al margen de los heridos por el impacto de piedras y bombas lacrimógenas, y el lamentable daño a la propiedad privada por una horda de vándalos que no creemos fueron dirigidos por el Comité de Lucha (les concedemos el beneficio de la duda), la mayor contusión recibida fue la credibilidad del pueblo abanquino (en honor a la verdad, Sr. Zuloaga, el paro fue esencialmente provincial). ¿Mentiras verdaderas, o la verdad de las mentiras?
La responsabilidad de unos y otros es evidente. La ficción es buena para hacer literatura o cine. Un mal signo cuando se quiere hacer política, o por lo menos otro tipo de política. Porque diciendo las cosas claras, el paro fue político, se levantó el tema de la distribución del presupuesto regional que per se es político. Pero nadie dijo la verdad. Todos retacearon los temas centrales. Hasta la propia plataforma de lucha decía algo hoy día (que se respete el presupuesto participativo 2010), pero más tarde se pedía la cabeza de Salazar. De otro lado las autoridades y sus voceros practicaron, lamentablemente, la política del avestruz.
Lo cierto es que en el transfondo se quiso romper los fuegos de la arena pre electoral al mejor estilo de la política local: Tirarse abajo al candidato potencial, es decir al Presidente Salazar, quien no ha dicho esta boca es mía respecto a su intención de repetir el plato.
Pero su opositores decidieron bajárselo, por si acaso.
Por supuesto que todos tienen intereses políticos (y electorales).
Por supuesto que todos tienen intereses políticos (y electorales).
¿Acaso el Alcalde de Abancay no suspira por hacer que el lema "La fuerza del desarrollo" presida el membretado oficial en lugar de Nawpaqman o no es cierto que los compañeros del Frente de Defensa o del FOPA, tienen también su corazoncito?. Los compañeros de la estrella, pasando por quienes marchan a la vanguardia de las movilizaciones a nombre de lo que queda del clasismo sindical, y hasta los etnocaceristas, todos tienen sus propios juegos políticos.
Y es legítimo. Y defendemos su derecho a hacer política.
Pero, la nuestra es una opción por hacer política democrática.
Y con total pertinencia les preguntamos,¿de qué lado está cada quién?.
Es por todo esto que desde aquí abogamos porque se den elecciones democráticas, transparentes y como expresión de la voluntad popular. No estamos a favor de quienes quieren aparecer como teloneros y artistas principales de un remedo de política concebida como espacio de confrontación y canibalismo.
Ya estamos cansados de la violencia para hacer nuevamente de este departamento teatro del terror. Apurímac vivió días ingratos de desapariciones y viles asesinatos con un despliegue de crueldad sin distinción.
Las lecciones de este paro sin embargo, dieron lugar a las más macabras de las especulaciones. Más de un personaje en una suerte de crónica anunciada hizo hasta apuestas terribles respecto a que las cosas irían mejor con "un par de muertitos". "Un par", como si estuviéramos en domingo con tarde chelera!!!.
Esa política de muerte no se merece el pueblo apurimeño.
Es por todo lo anterior que publicamos esta foto del recuerdo, para decirnos que aún es posible la unidad, que es necesaria la paz, que el diálogo se impone.
Sabemos que es difícil, que hay muchas piedras en el camino, siendo las mayores la desconfianza, el descrédito, el desánimo de quienes creen que ya nada se puede hacer.
También sabemos que algunos prefieren seguir pescando a río revuelto. Es cierto que para esta perfecta minoría es mejor levantar una plataforma maximalista, irresoluble, todo para esconder su incapacidad de hacer una propuesta sensata, basada en la información y la reflexión serena, y es porque en el fondo no quieren soluciones efectivas, que son las únicas donde se maximizan las ganancias y se minimizan las perdidas (incluidas las políticas).
Nuestros radicales amigos aun siguen pensando en la inevitabilidad del desplome del sistema, pero a costa de arrastrar a Apurímac al imperio del caos y la ingobernabilidad. Por ello mismo no deben seguir usufructuando una representación que nunca han tenido ni tendrán.
Es hora de hacer política responsable y no aquella que se parece al desmadre que producen los pandilleros.
Por un instante pensemos que está en nuestra decisión hacer que el futuro que imaginamos para nuestros hijos esta determinado por el imperativo moral de ponernos de acuerdo.
Y aquí hay lugar para todos, inclusive para aquellos que creen que el diálogo puede darse aunque les reste ganancia política. Se trata de salvar el marco institucional de la democracia para que esta funcione, salvo que militemos en las canteras de opciones antisistema.
Debemos garantizar la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho para producir elecciones donde quienes sean responsables de la crisis regional reciban su sanción en las urnas, y podamos concluir con una transición ordenada hasta que las nuevas autoridades inicien su gestión.
Es hora de poner en marcha las voluntades y colocar a Apurímac por encima de todas nuestras pasiones e intereses.
Es hora de diseñar un nuevo Acuerdo Regional, desde la sociedad, con las instituciones y desde la ciudadanía, para todas y todos los apurimeños.
Los Editores
Los Editores
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